Lost Dimensions, Historia

Historia:

Lost Dimensions

Existen otros mundos, los cuales para los humanos son completamente desconocidos, diferentes dimensiones en la cual se pueden encontrar seres que a este mundo no pertenecen, su existencia para muchos no es conocida, pero algunos otros saben perfectamente que existen. Algunos de los pocos afortunados en conocer a estos seres de por si extraños y poco vistos por humanos normales, son los habitantes de la ciudad de Lucxya que después de todo no son habitantes normales como en cualquier ciudad, esta ciudad ubicada lejos de cualquiera oculta dentro de si un gran secreto, uno que pocos saben y quienes lo saben no se han visto en la necesidad de contarlo.

Hace algunos años, un miembro de la familia Lucxya, Johann Luxcya, un joven apuesto y popular, pero mas que todo interesado en la ciencia y otros temas poco habituales, tras encontrar interesante cierta lectura de un libro encontrado en la biblioteca de su ciudad que solía frecuentar, se intereso bastante por un tema en especifico, mas que parecer un libro de ciencia parecía uno de fantasía, pues este hablaba sobre otras dimensiones y por mas irreal que esto sonara para cualquiera el interés de Johann crecía, llegando a interesarse bastante por este tema, mas de lo que cualquiera lo hubiera hecho. Aquella biblioteca ya no era suficiente para poder investigar sobre ello, todos los libros referentes a este tema habían sido prácticamente devorados por el, y aun así su interés no disminuía, al contrario, cada momento en que escuchaba hablar del tema o leía algo relacionado con ello sentía la necesidad de seguir con su investigación.

Los años pasaron y ese joven continuaba creciendo con aquella obsesión, dedicándose muy bien a sus estudios, nada mas, llego a ser uno de los mejores de su clase, y fue enviado a una universidad especializada en investigación científica y sobrenatural, el gustoso acepto ir, pues eso le ayudaría con su investigación, y no estaba equivocado, allí se encontró con uno de los muchos científicos que trabajaban en la universidad. El Dr. Nozaki, quien había viajado desde Japón para trabajar en aquella universidad, quien a su vez pidió la ayuda de Johann, para terminar su investigación cuando se entero que este trabajaba en algo similar a lo que el había comenzado años atrás. Varios experimentos e inventos fueron realizados por un largo periodo de tiempo, obteniendo resultados no tan favorables, querían buscar la manera de alterar el ambiente con algunos dispositivos que habían terminado hacia poco y así encontrar la manera de pasar de ese mundo a otra dimensión. Finalmente, luego de tanto intentar, lo lograron.

Decidieron mantenerlo en secreto de los de alto rango de aquella universidad, para evitar cualquier problema, pero lo habían logrado, habían conseguido abrir una entrada a otra dimensión, como un agujero negro que llevaba a algún lugar, desafortunadamente lo único que podían hacer era traer seres extraños de aquella dimensión, y sin poder llevarlos de vuelta al lugar de donde provenían. ¿Pero que eran esos seres? Sin duda alguna algo extraños, su apariencia no era del todo normal, pero a simple vista podían ser confundidos con humanos normales con alguna que otra característica “diferente”. Lo primero que notaron en este singular ser, además de su apariencia casi humana, fueron aquellos rasgos animales, como sus orejas y cola, tampoco parecía saber donde estaba ni entender lo que hacían y decía, parecía asustado y completamente perdido, pero como un animal domestico fue poco a poco ganando su confianza. Claro que este pequeño animal medio humano no fue mostrado por ningún motivo y nunca dijeron que habían logrado hacer que su experimento diera resultado.

Querían llevar su experimento mucho mas lejos de lo que ya lo habían hecho, pero sin que se enterara nadie, por el momento, debían perfeccionarlo pero no en ese lugar, decidieron mantener oculta toda la investigación mientras Johann terminaba sus estudios en esa universidad, lo cual no fue mucho tiempo pues su inteligencia y conocimientos fueron suficientes para graduarse rápidamente y encontrar un trabajo como científico en los mejores laboratorios, con el dinero que ganaba podía sobrevivir perfectamente y ayudar al Dr. Nozaki con la investigación de siempre, perfeccionando el experimento, pronto se mudaron ambos a un laboratorio mas grande en una ciudad situada en una isla un tanto alejada de donde  Vivian antes, donde sabían no serian molestados. En aquella pequeña ciudad se hacían notar por sus inventos raros y únicos, pero nada se comparaba con el hecho de tener un humano con rasgos animales, el cual seguían manteniendo oculto y este actuaba en ocasiones como una mascota para ellos, pero se volvió tan inteligente que incluso aprendió a hablar y a moverse perfectamente como humano ¿Cómo era esto posible? ¿Qué clase de seres eran realmente? Muchas dudas inundaban sus mentes y mientras su invento continuaba trayendo esos seres de otro mundo ellos los investigaban a fondo.

No los consideraban del todo humanos por lo que realizaban toda clase de experimentos y pruebas para poder entenderlos mejor, sin olvidare, claro,  de buscar una manera de perfeccionar su invento e investigación, para eso necesitaban dinero, para materiales y recursos que pudieran utilizar para el mejoramiento de sus instrumentos, pero ¿De donde sacarían el dinero? Tras mucho tiempo de pensar en la solución a su problema actual, finalmente Johann propuso algo que muy arriesgado, exhibir a aquellas criaturas que habían conseguido a través del “portal” que habían creado y como si de un circo se tratase las personas comenzaban a pagar por ver a aquellas criaturas, unas por curiosidad otras porque realmente estaban interesados. E hicieron más dinero del que tenían planeado, lograron completar la investigación y continuar trabajando en ella hasta que por fin lograron encontrar la manera de que ese “portal” no trajese solo seres del otro lado si no también que los llevara a ese lugar. Fue una gran sorpresa al ver el mundo en el que sus “mascotas” habitaban antes de haber sido llevados a su laboratorio, un mundo salvaje, habitado por miles de seres con diferentes características, habían descubierto algo grande y era solamente de ellos. Johann no podía dejar de pensar en la gran cantidad de dinero que iba a conseguir con ello, sin embargo su compañero era más apegado a la ciencia y no le permitió utilizar esta investigación para su beneficio económico. Sin embargo Johann no pudo evitar tener todo eso y no mostrarlo al mundo, comenzó a exhibir a estas nuevas criaturas, perros, lobos, serpientes, y muchas otras que antes no se habían visto, y claro el dinero no se hizo esperar, al final siento una ciudad tan pequeña fue fácil ganarse a las personas y al mismo dueño de la ciudad, con el dinero que había hecho de su trabajo, investigaciones y exhibiciones de “mascotas” pudo tener el suficiente para comprar aquella ciudad y nombrarla con el apellido de su familia, ahora el era el dueño de aquella ciudad.

A su compañero le dijo que todo había sido por el bien de la investigación, que así tendrían menos problemas con el hecho de realizar esos experimentos en la ciudad, lo cual era cierto, ahora no debían ocultar nada, siendo Johann el dueño de la ciudad las reglas las ponía el, y si el decía que estaba permitido realizar experimentos hacia otras dimensiones entonces lo estaba. No tardo mucho para creer que lo que hacia no era suficiente ¿Por qué quedarse con todo eso para el solo? Podía compartir lo que tenia con las personas de la ciudad y así fue, como en un trato con su compañero de investigaciones, el Dr. Nozaki, acordaron vender a aquellos seres, ya “entrenados y domesticados” para compañía de los ciudadanos, Nozaki no estaba interesado en el dinero si no mas en seguir con la investigación de aquel lugar y los seres que allí habitaban y solamente acepto para continuar con el entretenimiento de observar como Vivian y como cambiaban las criaturas de el lugar al que decidieron luego llamar Echotier. Los “habitantes” de Echotier terminaron siendo vendidos como mascotas o compañía a aquellos ciudadanos que pagaran grandes cantidades por ellos, no era ilegal, pues Johann hacia las reglas de la ciudad, que por suerte estaba casi incomunicada con cualquier otro país o nación, y razones habían.

Algo que no sabían los dos científicos era que en ese lugar, los habitantes no solo eran humanos, si no que también existían mas seres que ellos desconocían y nada tenían que ver con la ciencia, demonios, Ángeles, dragones, entre otros, se ocultaban en esa ciudad tan apartada para no ser descubiertos y Vivian en lo que se puede decir cierta “armonía” siendo estos los mejores clientes del negocio de Johann, pues por algún motivo que no encontraron seres que no fueran humanos no podían pasar el “portal” con éxito, en otras palabras los únicos capaces de ir a Echotier eran los humanos. Eran pocos los que podían adquirir uno de estas “mascotas” pero Johann no podía parar allí. Nuevos experimentos empezaron y esta vez decidieron probar algo nuevo y dejar que todos los habitantes de la ahora llamada Lucxya tuvieran su compañía especial. Era interesante, lo que ahora estaba Nozaki planeando, maquinas que parecieran completamente humanos, que pudieran pensar, hablar y sentir como un humano normal, era otro nivel, un reto para ambos científicos y por supuesto algo que generaría mucho dinero para Johann mas que para Nozaki. Y así fue, tras mucho tiempo de trabajar en ello por fin lo lograron y estos humanoides pronto fueron populares entre los mas ricos ciudadanos, mientras que los seres de Echotier se vendían a un menor precio por lo que eran mas adquiribles. En la ciudad pronto comenzó a ser tan normal ver a un habitante acompañado de un pet o un humanoide, ya nada era raro, incluso los rumores de esto habían llegado a oídos de otras ciudades provocando que gente curiosa lograra llegar a aquella isla, encontrando la ciudad y habitándola, porque claro, luego de entrar no podían salir, Johann se encargaba de eso, el secreto que allí guardaba no podía ser revelado, por su propio bien.

El resto de la vida de los dos científicos transcurrió en torno a sus investigaciones e inventos, abriendo una “Tienda de mascotas” mas formal y vendiendo los diferentes especimenes que tenían, para compañía, aunque algunos ciudadanos comenzaron a comprarlos para satisfacer otras necesidades, los habitantes de la ciudad y los que eran comprados comenzaron a formar relaciones mas allá que un cariño solo de mascotas, algunos incluso comenzaron a formar sus familias, algo sorprendente para los dos científicos, pues la diferencia de razas no debería permitir aquello, sin embargo pasaba. Pero algunos descendientes de la unión del habitante con la mascota, por decisión de los mismos padres, eran enviados a Tierladen, la tienda que desde un principio había comenzado a vender compañía. Nuevas razas se fueron formando, como incubos y súcubo, que nacían de los mismos demonios y humanos y eran dejados en Tierladen para que ellos se encargaran, cuando sus padres no estaban de acuerdo en tenerlos, Echotier se fue convirtiendo en una zona variada de razas y a el lugar ingresaban y salían varios individuos. Todo iba bien y no había ningún problema en seguir recibiendo “mercadería” pero si había algo que estaba preocupando a los dos científicos, la vejez.

Muchos años habían pasado desde que comenzaron con la investigación y eso que habían logrado hacer todo rápido, aun así siendo ellos dos simples humanos no vivirían para siempre como los demonios o Ángeles que eran sus clientes, y todo lo que tenían tenia que pasar a manos de alguien  ¿pero quien?. Ambos se habían dedicado mucho a su trabajo y poco a su vida personal, sin embargo la familia Nozaki se había formado hacia mucho tiempo, mientras que Johann se había obsesionado tanto con las ganancias recibidas que no planeo nunca aquello, pero no era nada que una mujer no pudiera arreglar, de pura obra de la pasión y la lujuria un descendiente finalmente apareció, aunque Johann nunca pensó que usaría a una de sus preciadas mascotas para poder tener un descendiente, Esmeril Luxcya, nacido del mismo Johann Luxcya y una súcubo que había habitado en Echotier, por ende no un humano, pero ese era su plan. Había notado como las razas se mezclaban para que los descendientes formaran otras, siendo Esmeril entonces un demonio quien viviría por cientos de años, heredando así toda la fortuna de su padre, la ciudad y por tanto la tienda, siendo inmortal debido a su sangre de demonio no tendría que preocuparse por lo mismo que su padre, y gobernaría esa ciudad como su alcalde hasta que esta desapareciera, pero no lo  haría solo, puesto a que era un demonio no era capaz de atravesar el portal hacia Echotier, lo cual no le permitía traer a las especies para su venta, esto fue y será siempre trabajo de la familia Nozaki, quienes han estado heredando la tienda desde hace generaciones teniendo casi el mismo poder que los Luxcya.

Si bien toda esta historia se ha mantenido en secreto durante años, es por una razón, después de que se llega a esa ciudad no esta permitido hablar de nada de lo que sucede, se tiene suerte si se puede salir de allí, realmente es mucho mas fácil llegar a ese lugar que dejarlo y eso los habitantes lo tienen entendido muy bien, siendo el único lugar del planeta donde seres extraños habitan junto con humanos, a ninguno les conviene echar a perder esa armonía o intento de armonía que se presenta en el lugar. ¿Serás tú también capaz de mantener el secreto de la ciudad y adaptarte a este mundo habitado por seres de extraña apariencia y comportamiento? ¿Podrás encontrar el amor en uno de esos seres o ignoraras eso y llevaras una vida que pueda ser normal aun rodeado de todo lo extraño que pasa en la ciudad?